Sala I: Introducción a la Necrópolis y a su Historiografía
Sala dedicada a introducir al visitante en la historiografía de la necrópolis ibérica de El Cigarralejo.
En ella puede verse un breve dossier con las publicaciones más importantes de D. Emeterio Cuadrado, un plano mural donde se recogen en planta las 547 tumbas excavadas y en el que se puede apreciar la superposición de enterramientos cuando el espacio de la necrópolis se agota.
Se puede apreciar una colección de fotografías alusivas a diferentes campañas arqueológicas. En ellas aparecen algunos de los ilustres visitantes que acudieron a ver, en curso la excavación de tan paradigmático yacimiento.
Sala II: Tumbas más antiguas - Tumbas Principescas
Reúne los ajuares pertenecientes a las tumbas más antiguas, 1ª mitad del siglo IV a.C.
En las vitrinas de la sala se muestran los ajuares de siete enterramientos, entre los que destacan dos tumbas principescas, la t.200 y la t.277; en ellas abundan las cerámicas de barniz negro, figuras rojas, barniz rojo, además de restos textiles de capazos en esparto y un juego de pesas de bronce.
Sala III: Agricultura
Dedicada a una de las ocupaciones más comunes de la sociedad ibérica, que era la principal base económica de los iberos.
En una de las vitrinas hay una muestra de semillas recogidas en los ajuares de la necrópolis: peretas, bellotas, piña, almendras y nueces.
Se muestra también el ajuar de la tumba que perteneció a un agricultor por los aperos de labranza que contiene: una hoz, podadera, refuerzo metálico de una reha de madera de un arado de la época.
Otro ajuar que se muestra es el de la tumba 161 que se expone en la vitrina 4; poseía unas tijeras de esquilar y una chifla utilizada en el curtido de pieles.
Sala IV: Ganadería
Dedicada al otro gran pilar de la economía ibérica. En las vitrinas de esta sala se muestra el ajuar de la tumba 333 perteneciente a un curtidor de pieles como puede observarse por las tajaderas, cuchillos y punzones.
En otra de las vitrinas se exponen ajuares de 9 tumbas; destaca un brasero de bronce, una crátera ibérica, dos piezas de importación griegas y una espada recta con su funda de hierro fabricada en la meseta.
Sala V: Cerámica
Se reserva a la alfarería, mostrando los distintos tipos de cerámicas ibéricas y el ajuar de un alfarero.
En una de las vitrinas se pueden ver ejemplos tipológicos de la cerámica de ¿El Cigarralejo¿, distintas decoraciones y tipos de pastas (una vajilla de mesa, recipientes para almacenamiento y transporte, pequeños vasitos para contener perfumes, aceites y otras cremas de tocador, y cerámica de cocina).
También podemos apreciar la exposición de la tumba de un alfarero, donde además de las armas se hallaron unos cantos rodados para moler los pigmentos minerales de donde se extraían los colores para pintar las cerámicas, alisadores y bruñidores de cuarcita y pequeños recipientes cerámicos donde se guardarían los colorantes.
Sala VI: Industria Textil
Contiene testimonios de la industria textil, tanto de vestido como la del esparto.
Se conservan fragmentos de lino, utilizado para la elaboración de túnicas y prendas delicadas, lana para ropa de abrigo y mantas, esparto usado para cordeles, cestería y calzado.
Destaca una cuerda y una pleita de 15 cabos de la tumba 200.
La industria textil nunca se consideró un oficio, por el contrario, existían talleres unifamiliares situados a la entrada de las viviendas. Las mujeres eran las encargadas de la confección de los tejidos de la familia y llegaron a alcanzar gran pericia en este tipo de artesanía.
Los vestidos eran muy variados, pero el tipo que con más frecuencia se repite es, para la mujer: 1 o 2 túnicas largas ribeteadas con cenefas, aunque a veces portan una tercera más suntuosa, manto y velo para las ocasiones más solemnes y además complejos tocados. Como calzado las babuchas de cuero.
Para el hombre: túnica corta o larga ceñida con un cinturón, calzado y manto, a veces doble. El manto deja el brazo derecho libre y se sujetaba al hombro con una fíbula.
En esta sala se pueden ver objetos variados como fragmentos de lino, lana, esparto; objetos utilizados en el hilado- fusayolas-, pesas de telar fabricadas en cerámica, agujas de bronce, hierro o hueso, etc.
Sala VII: El comercio y los transportes
Se presentan las rutas comerciales y de transporte de la época.
Una de las piezas más significativas es un relieve procedente del encachado de la tumba 107 que representa un carro ibérico tirado por dos mulos.
Se muestra una selección de las cerámicas de importación documentadas en la necrópolis: barniz negro, figuras rojas, gris ampuritana y campanienses.
Un factor imprescindible para la práctica del comercio son las vías de comunicación. Estas podían ser por agua- marítimas o fluviales- o bien por tierra.
Como medio de transporte terrestre usaban el carro y el mulo de carga, que se puede apreciar en la pieza expuesta en el pedestal; para el transporte marítimo o fluvial se emplearían barcos mercantes.
El comercio en el mundo ibérico se caracteriza por la utilización del "trueque" aunque existía la moneda.
Sala VIII: Mujer Ibérica. Escritura Ibérica
En el apartado dedicado a la mujer ibérica se muestra una pequeña selección escultórica pétrea de la mujer ibérica.
La mujer ibérica debió representar un papel muy activo en diversos momentos de la vida, a nivel: cotidiano, social, festivo, o incluso, funerario.
Este hecho se desprende de la iconografía femenina encontrada básicamente en las necrópolis y los santuarios, en dónde aparece en unas ocasiones con atributos humanos y en oras con atributos divinos. Sin duda su principal tarea era la procreación.
La pieza más importante es la ¿Dama de El Cigarralejo¿ realizada en piedra arenisca que representa a una mujer de alto rango sentada en un trono y ataviada con doble túnica hasta los pies y envuelta en un manto cuyos pliegues descienden desde los hombros hasta abajo.
También se muestran tres ajuares femeninos completos : cuentas de collar de pasta vítrea, anillos de bronce, agujas de bronce, punzones de hueso, plaquitas de hueso talladas, una cajita de madera con su tapadera para el tocador, además de unguentarios para perfumes y vasitos de tocador.
En el apartado dedicado a la escritura se expone un plomo encontrado en el ajuar de la tumba 21 de tipo femenino, escrito en parte en brustoferon (de derecha a izquierda) y en parte de izquierda a derecha.
Para el Dr. Emeterio Cuadrado se trataría una tabulae definixionem, especie de carta que algunos encargaban a los difuntos para ser llevadas a los dioses del ¿mas allá¿.
También se muestran inscripciones sobre cerámicas griegas, grafitos que pertenecen a la categoría de ¿inscripciones mercantiles¿.
Sala IX : El Guerrero y Su Caballo
No existió un ejército organizado. Conociendo bien el terreno, la forma usual de combate sería el ataque por sorpresa y la retirada inmediata.
Posiblemente sí habría una élite guerrera al servicio de un jefe o caudillo que dispondría de su séquito. Sin embargo, estudios hechos en necrópolis ibéricas, ponen de manifiesto que la mayoría de los guerreros participaban en las tareas productivas.
De ellos se desprende que en determinados momentos, los hombres libres que podían costearse sus armas, se pondrían a las órdenes de los gobernantes y entrarían en batalla. Al finalizar la contienda, los campesinos y artesanos volvían a sus trabajos cotidianos.
Esta sala contiene una muy completa muestra de la Panoplia ibérica de El Cigarralejo, del atuendo del guerrero y de sus complementos.
Se exponen armas de carácter defensivo: cascos, fabricados enteramente en metal; escudos, de los cuales se conserva sólo el umbo y las manillas, y de carácter ofensivo: lanzas y jabalinas, cuchillos afalcatados.
El atuendo del guerrero lo completarían los adornos personales, como fíbulas para sujetar la ropa, hebillas y broches de cinturón y botones de diferentes formas y tamaños.
Finalmente se muestran los complementos del jinete. En una de las las vitrinas encontramos el bocado de un caballo, una frontalera y carrilleras.
Sala X: Arquitectura Funeraria Ibérica
La última sala de la exposición pretende ser un resumen de la necrópolis de ¿El Cigarralejo¿ y del mundo ibérico en general.
En los paneles se enseña una muestra tipológica en sección, planta y alzado de los encachados tumulares de los diferentes enterramientos.
Así pues, en la parte superior de las paredes y, rodeando toda la habitación leemos en una serie de paneles, textos de autores clásicos referentes a los distintos usos indígenas sobre la agricultura, costumbres culinarias, adornos, etc. que ya se fueron introduciendo en la explicación de la sala correspondiente