La inmensa mole de la Sierra del Carche guarda en lo más intrincado de su orografía un pozo de nieve al que ha defendido del paso del tiempo. A través de la pistas abiertas hace pocos años se puede acceder a él, contándose además con la ayuda de las señalizaciones del camino que nos indican en casi la totalidad de los recorridos donde nos encontramos exactamente.
De todas formas, para poder acceder al pozo debemos dejar el vehículo aparcado y tomar alguna de las veredas existentes, aunque con el paso del tiempo y el crecimiento de la vegetación se están perdiendo. Se encuentra el pozo en la parte baja de un barranco que es conocido como el Collado del Pozo, en clara referencia a esta construcción.
Normalmente, estas construcciones albergaban nieve pero, en ocasiones, eran empleadas para acoger a los hombres que ejercían las labores de carga, así como a animales, comida o material. La Actas Capitulares del Concejo de Jumilla arrojan luz sobre algunos aspectos de estos pozos, como la cantidad de nieve que almacenaban, los gastos, arreglos y pleitos que implicaban, etc...
Los trabajos relacionados con los pozos de la nieve suponían un esfuerzo notable para los hombres que los ejercitaban, debido también a lo abrupto de la orografía del terreno. Actualmente parece inimaginable el discurrir de los arrieros junto a sus carros por caminos que hoy en día nos parecen intransitables.