La parroquia de San Nicolás es uno de los principales monumentos de la ciudad de Murcia, no sólo por su arquitectura sino por su valioso patrimonio artístico, con obras relevantes dentro de la retablística, la escultura y la platería. Su importancia histórica se manifiesta en su antigüedad y en haber sido el edificio principal de uno de los más céntricos barrios de Murcia, en el que vivieron familias de la nobleza murciana en los palacios y casonas de la calle San Nicolás.
La iglesia parroquial de San Nicolás es un caso excepcional en cuanto a su financiación, debido en su mayor parte al médico murciano D. Diego Mateo Zapata. Es un claro exponente de la tendencia arquitectónica hacia un estilo en el que alternan los efectos geométricos con las formas plásticas, visibles en las pilastras, en la cúpula, en el retablo mayor y en las dos fachadas. El diseño del retablo recuerda al cuerpo central de la fachada de la Catedral. En 1742 se contratan los servicios de José Pérez para concluir la iglesia.
El templo cuenta con dos portadas. En ambas, la decoración se reserva para lugares muy específicos, donde también se produce la perfecta integración entre arquitectura y escultura que vemos en la fachada principal de la Catedral.
La iglesia de San Nicolás de Bari, es una construcción arquitectónica de gran valor, que ha podido brillar con todo su esplendor a partir de la restauración urbana de 1975, en la que se demolieron las viejas edificaciones anexas que existían por su parte norte quedando totalmente exenta.
Titularidad: Diócesis de Cartagena.
Grado de protección: 1- BIC.
Periodo: siglo XVIII.
Estilo: Barroco.