Evolución histórica
La historia de la pedanía murciana de Espinardo está íntimamente ligada al pimentón. De hecho la clase alta existente en esta población se dedicaba básicamente a la exportación de este producto.
El Casino era el lugar de entretenimiento cultural y ante todo social, en él se llevaban a cabo presentaciones en sociedad de las hijas de los socios, se bebía whisky americano, prohibido en la época y traído con asiduidad por algunos de los pimenteros que exportaban a América, se discutía de política, etc.
Durante los años de la Guerra Civil, el Casino se convirtió en sede del sindicato UGT, aunque en la posguerra recuperó de nuevo su función original.
En los años 40 fueron muy frecuentes las Veladas Literario Musicales, en las que participaban algunos de sus socios recitando poesía, como don Rafael Segura, teniente del ejército que se hizo sacerdote, o las hijas de los socios, amenizando las tardes con conciertos musicales. Para ello se utilizaba un piano traido de Chicago con una pianola, de la que todavía se conservan unos 120 cartuchos originales.
Desde que fue constituido en 1916, hasta los años 70, el Casino de Espinardo constituyó un centro de enorme actividad cultural y sobre todo social. No obstante, a partir de los 70 se inicia su declive que derivó en el deterioro del edificio.
Resurgimiento del Casino
A partir de 1994, impulsado por la nueva junta directiva compuesta por Santiago Sánchez, José Alemán, José Mª Tenza, Francisco Belmonte, Antonio Martínez Garrido, Fernando Carpe y Manuel Guillén, el Casino comienza a albergar numerosas actividades como conciertos, obras de teatro, exposiciones de pintura y lo que han denominado ¿Cultural¿, actividades encadenadas a lo largo de un mes, entre las que destacan los campeonatos de cinquillo, dominó y parchís.
Actualmente el Casino cuenta con 110 socios, entre los que hay algunas mujeres, algo que hubiese sido impensable a principios del siglo XX, ya que ésta sólo podía acceder al edificio acompañada de su marido o padre y siempre en ocasiones especiales.
Personajes ilustres
Las adineradas familias Albarracín, Fuster y Cano, han formado parte de la historia del Casino y de Espinardo desde su construcción.
Otros socios destacados son: Rafael García Velasco, un reconocido panochista murciano, José Mengual y Jesualdo Breis, ambos importantes fabricantes de pimentón, José Guillén García, párroco de la Iglesia de San Pedro, el maestro Massotti Littel, que solía tocar el piano y el único Socio de Honor del Casino, José Hernández Toral, más conocido como Pepe el del Romea.