Son escasos los datos que se poseen de la fortificación, denominada igualmente como Torre Vieja o Castillo de los Moros, aunque hubo de estar vinculada a una pequeña alquería islámica cuyos restos se extienden en la parte llana que circunda el cerro donde se enclava el castillo, datada en torno a los siglos XII y XIII. Precisamente, la escasa envergadura de sus dimensiones hace pensar a los arqueólogos en una casa-torre, y no en una construcción militar relevante en el contexto de la época en Reino de Murcia.
En la actualidad, las estructuras arquitectónicas que sobreviven de este castillo se encuentran declaradas Bien de Interés Cultural por la Disposición Adicional Segunda de la Ley 16/1985, de 25 de junio del Patrimonio Histórico Español.
Esta pequeña fortificación se encuentra situada en un erial sobre el flanco de un pequeño valle de la cuenca de Fortuna. Toda el área circundante, localizada cerca del camino viejo de Orihuela, se encuentra dedicada al cultivo de secano, con cereal y arbolado.
El acceso, que es libre, se realiza por el llamado "camino de la Paya", al sureste de la misma población de Fortuna; tras recorrer unos 500 metros se toma una pista que parte a la derecha del camino, por la que se circularán unos 100 metros hasta el cruce de la rambla del Cantalar. El castillo se encuentra a unos 500 metros al suroeste, en un cerco acarcavado cuyo acceso se efectúa por su vertiente meridional.