Museo del Vino

El Museo del Vino de Bullas es una instalación, pionera en sus características en la Región, que forma parte de un proyecto para dinamizar y personalizar el turismo enológico de la localidad.

El edificio es una antigua bodega, del siglo XIX, que ha subsistido en perfecto estado de conservación, con sus bóvedas de ladrillo y sus tinajas semienterradas en el suelo. Pertenecía a la familia Melgares de Aguilar y era, a mediados del siglo XIX una de las de mayor tamaño y capacidad del Reino de Murcia, ya que su producción anual era de unos 350.000 litros de vino repartidos en 112 tinajas.

Cuenta con 1.400 metros² de superficie total, que tienen el objetivo de dar a conocer de forma amena los caldos y la cultura enológica de la localidad y de la comarca que abarca la Denominación de Origen "Bullas", que se ha dedicado al cultivo de la vid a lo largo de su historia.

A lo largo de sus salas el visitante descubre la relación histórica que desde época romana esta tierra ha mantenido con la viticultura, así como el proceso técnico de elaboración del vino, en sus formas tradicionales y modernas, desde el momento de la vendimia hasta su almacenaje y envejecimiento en bodegas, para culminar con didácticas explicaciones sobre las variedades de uvas y vinos y sobre las técnicas de la cata.

Pero además en el Museo del vino se ha buscado crear un espacio participativo, lúdico, muy distendido y muy agradable de ver, huyendo del viejo concepto de museo como mero 'almacén de objetos'.

En el proyecto se han invertido fondos europeos del programa "VINEST" así como fondos municipales, y en él han participaron más de 300 vecinos, las bodegas, el Consejo regulador de la denominación de Origen, la escuela taller así como empresas turísticas y asociaciones culturales de la zona. En su conjunto han venido realizando un excelente trabajo de campo, elaborando un amplio inventario y una base de datos sobre restos arqueológicos, piezas, herramientas, materiales e información y documentación histórica relacionada con la actividad enológica del municipio. Así se han podido datar más de 221 bodegas tradicionales que se conservan y fueron construidas entre los siglos XVIII y XIX, y saber como se hacían las labores del campo y los trabajos en dichas bodegas.