La Cueva Sagrada I, que tiene su acceso al oeste, es un pasillo estrecho de nueve metros, que conduce a una cámara de seis por cuatro metros. Se recuperaron en su interior restos tanto de cerámica, como de huesos y silex trabajado.
Muy cerca de esta hay otra cueva más pequeña, conocida como la Cueva Sagrada II, que fue expoliada hace años, pero con valor documental por la cercanía a la anterior , siendo tambien un lugar de inhumación.
Destacar el silo que apareció y que dio gran cantidad de material cerámico y de buena calidad, útiles líticos y silex trabajado. Esto da a entender que fue un lugar de ocultación de bienes de prestigio que sus dueños no pudieron recuperar después.
Los materiales obtenidos durante las dos actuaciones arqueológicas; la cerámica en mayor cantidad, seguido de los útiles líticos y de silex permiten datar con bastante exactitud los yacimientos, a la vez, que poner en relación al poblado con el enterramiento de la Cueva Sagrada I.
El abandono del poblado se fecha en el último tercio del III milenio a. C. debido al cambio cultural de la zona y al crecimiento demográfico que ocasionaba la ampliación del territorio a ocupar haciendo que las comunidades ya no solo se asentaran en las zonas altas de la geografía, si no también en los llanos.
En este contexto las pequeñas aldeas agrícolas y ganaderas ancladas en la tradición neolítica tienden a desaparecer, como nos demuestra el poblamiento de la Salud que no tiene testimonios de continuidad.