Cobatillas La Vieja

El poblado argárico se trata de un poblado típico en altura, pueden observarse en superficie cistas de enterramiento, así como restos pertenecientes a un taller de sílex. Además aparecen gran cantidad de cerámica argárica por todo el área del  yacimiento.

Pueden observarse parte de las estructuras de las casas, de planta poligonal, éstas se levantan mediante muros de piedra cuyos zócalos resultan de la adaptación artificial de la roca natural que viene a condicionar y a limitar el espacio de las viviendas.

La economía del poblado parece ser que se basó sobre todo en los intercambios comerciales dada su magnífica situación en la Vega Baja del Segura, junto al histórico camino que iba por Monteagudo hasta la provincia de Alicante rodeando el río.

Se han encontrado materiales, a pesar de las escasas excavaciones realizadas en el poblado que vendrían a atestiguar dicha hipótesis, tales como la presencia de cerámicas áticas, es decir, de origen griego, que suponían un elemento de riqueza y poder, y reflejan una cierta importancia comercial y económica del poblado.

Además se han encontrado restos en las casas que hablan de una industria del metal doméstica de cierta importancia. Quizás estuviese rodeada de poblados dedicados a la extracción de metales que luego ellos trabajaban tal y como se deduce del poblado de La Mina, en la cercana Sierra de Orihuela. Destaca además la actividad ganadera dentro del poblado como deja patente el hallazgo de gran número de restos óseos de cabras y ovejas frente a la inexistencia de restos de aves de ningún tipo ni de otros animales ligados a los medios acuáticos tales como los galápagos.

Mientras, el poblado ibérico, también perteneciente al tipo de asentamientos en altura se encuentra estratégicamente situado, dominando todo el entorno y la vega del río Segura, a tres kilómetros de é,l sobre otras ocupaciones anteriores de cierta importancia. Al igual que el anterior, yacimiento, hasta Orihuela, desde su ubicación puede dominar todos los poblados de la zona coetáneos a él.

Se separa del anterior tan solo por una pequeña vaguada y se asienta. Tampoco ha sido sometido a excavaciones sistemáticas, por lo que la información disponible es más bien escasa, en cambio, algunos desaprensivos sí que han decidido excavarlo por su cuenta destrozando y expoliando varias partes del yacimiento.

Las viviendas  se levantan con altos zócalos de piedra careada completados con adobe. Se trata de viviendas de unos seis metros cuadrados aproximadamente. El poblado sería un poblado de tamaño medio, contaría con unos 200 o 250 habitantes más o menos. Durante esta fase del Ibérico Pleno el yacimiento es coetáneo a los yacimientos cercanos de Santa Catalina del Monte, Monteagudo y, más alejado, El Castelar de Librilla, en el Bajo Guadalentín. El final del poblado ha sido fechado en los siglos III y II a.C.

Materiales

Entre los materiales hallados encontramos gran cantidad de cerámicas de época argárica e ibéricas. Entre las primeras destacan las pastas rojizas y grisáceas con desgrasante medio-grueso, mientras que las cerámicas ibéricas son de pastas más depuradas y con mejores acabados. Hay que destacar las cerámicas áticas por su gran calidad y signo de riqueza.

Se han encontrado gran cantidad de útiles líticos también, pero sobre todo destacan los elementos de metal como puñales y punzones.